La Cueva de Pikimachay, ubicada en el distrito de Pacaycasa, provincia de Huamanga, en Ayacucho, Perú, es uno de los sitios arqueológicos más antiguos y significativos del país. Su nombre en quechua significa “cueva de las pulgas” y se encuentra a unos 19 kilómetros al norte de la ciudad de Ayacucho. Esta cueva tiene una longitud aproximada de 60 metros y ha sido objeto de extensas investigaciones arqueológicas desde la década de 1960, principalmente por el arqueólogo estadounidense Richard MacNeish. En sus estratos más profundos, se han encontrado artefactos líticos y restos óseos de animales extintos, que datan de aproximadamente 20,000 a.C., lo que sugiere que fue habitada por algunos de los primeros pobladores del Perú.
La importancia de Pikimachay radica no solo en su antigüedad, sino también en la información que proporciona sobre la vida de los cazadores-recolectores del período lítico. Los hallazgos en la cueva incluyen herramientas de piedra y restos de fauna que indican una adaptación temprana a los entornos andinos. Aunque algunos de los hallazgos iniciales fueron objeto de debate, estudios posteriores han confirmado la presencia de actividad humana en niveles más recientes, datados entre 15,000 y 14,000 a.C.. Visitar la Cueva de Pikimachay ofrece una fascinante mirada al pasado prehistórico del Perú y a los primeros pasos de la humanidad en esta región.