Manchán, ubicado en la provincia de Casma, en la región de Áncash, Perú, es un sitio arqueológico de gran importancia histórica y cultural. Este complejo, que se extiende sobre una superficie de aproximadamente 63 hectáreas, fue un centro administrativo clave durante el período Intermedio Tardío y el Horizonte Tardío, siendo ocupado por las culturas Casma, Chimú e Inca. La estructura más destacada de Manchán es una serie de plataformas y recintos de adobe, que reflejan la avanzada ingeniería y organización social de sus antiguos habitantes. A pesar de los daños causados por la construcción de la carretera Panamericana, el sitio aún conserva su majestuosidad y ofrece una visión fascinante de las civilizaciones prehispánicas que habitaron la región.
Además de su valor arqueológico, Manchán está rodeado de leyendas y mitos que enriquecen su atractivo cultural. Se dice que el sitio era considerado una huaca sagrada por los antiguos casmeños, y muchas historias locales hablan de encantamientos y tesoros escondidos en sus arenas. La duna de Manchán, con su forma serpenteante y su altitud promedio de 250 metros, añade un elemento místico al paisaje, sirviendo como un vigía natural del valle de Casma. Los visitantes de Manchán pueden explorar sus ruinas y disfrutar de las vistas panorámicas del entorno, sumergiéndose en la rica historia y las tradiciones de esta fascinante región de Áncash.