El Bosque del Cañoncillo, ubicado en la provincia de Pacasmayo, región La Libertad, Perú, es uno de los últimos bosques secos de la costa peruana. Este espacio biogeográfico abarca más de 1,300 hectáreas y está dominado por algarrobos, que forman un ecosistema único en medio de dunas doradas. El bosque alberga una rica biodiversidad, incluyendo especies de aves como pericos, tordos y águilas, así como fauna terrestre como zorros costeños y caballos salvajes. Además, el Cañoncillo cuenta con tres lagunas naturales: Gallinazo, Larga y Cañoncillo, que ofrecen oportunidades para la observación de fauna y actividades recreativas como la natación y la pesca.
Este bosque no solo es un refugio natural, sino también un sitio de gran valor arqueológico e histórico. En sus alrededores se han encontrado restos de las culturas Cupisnique, Moche y Chimú, lo que evidencia la relación íntima entre el hombre prehispánico y este entorno natural. Sin embargo, el Bosque del Cañoncillo enfrenta amenazas significativas, como la tala ilegal y la presión del ganado, que ponen en riesgo su conservación. A pesar de estos desafíos, sigue siendo un destino ideal para el ecoturismo y los deportes de aventura, ofreciendo a los visitantes una experiencia única en contacto con la naturaleza y la historia.