Punkurí, ubicado entre los pueblos de Nepeña y San Jacinto en la provincia de Santa, región de Áncash, Perú, es un sitio arqueológico de gran importancia histórica y cultural. Este santuario, que data de entre 2000 y 1400 a.C., fue construido por la cultura Sechín y es considerado uno de los templos de barro más antiguos de América prehispánica. El complejo está compuesto por estructuras de adobe, incluyendo una pirámide escalonada y columnas cilíndricas decoradas con relieves policromos. Entre los hallazgos más destacados se encuentra una escultura de un puma en actitud de reposo, que se cree representaba una deidad protectora del santuario.
Además de su arquitectura impresionante, Punkurí ofrece una visión fascinante de las prácticas religiosas y sociales de las antiguas civilizaciones peruanas. Las excavaciones han revelado murales y relieves que representan figuras humanas, animales y motivos vegetales, reflejando una ideología compleja y una sociedad estratificada. A pesar de los daños causados por el tiempo y la actividad humana, el sitio sigue siendo un testimonio valioso de la creatividad y el conocimiento de los antiguos habitantes de la región. Con su combinación de historia, arte y arqueología, Punkurí es un destino imperdible para quienes desean explorar el rico patrimonio cultural de Áncash.