Sechín Bajo, ubicado en el valle de Casma en la región de Áncash, Perú, es uno de los sitios arqueológicos más antiguos de América, con una antigüedad que se remonta a aproximadamente 3500 a.C.. Este complejo precerámico es conocido por su impresionante arquitectura monumental, que incluye una plaza circular hundida de 10 a 12 metros de diámetro, construida con piedras y adobes rectangulares. Las excavaciones, dirigidas por el arqueólogo alemán Peter Fuchs, han revelado tres fases constructivas distintas, destacando una estructura de 180 metros de largo por 120 metros de ancho con patios rectangulares y muros con nichos. Entre los hallazgos más notables se encuentra un friso de adobe que representa a un hombre con dientes felinos, sosteniendo un cuchillo ceremonial y una serpiente, considerado uno de los ejemplos más antiguos de iconografía religiosa en la región.
Además de su valor arqueológico, Sechín Bajo ofrece una visión fascinante de las primeras civilizaciones que habitaron la costa peruana. El sitio se encuentra en un entorno desértico, cerca de otros importantes complejos arqueológicos como Sechín Alto y Cerro Sechín, lo que sugiere una red de centros ceremoniales y administrativos interconectados. Los visitantes pueden explorar las ruinas y aprender sobre las técnicas de construcción y las prácticas rituales de los antiguos habitantes del valle de Casma. Con su combinación de historia, arte y arquitectura, Sechín Bajo es un destino imperdible para quienes desean profundizar en el pasado precolombino del Perú.